sábado, 14 de febrero de 2009

I Certamenen Jóvenes Diseñadores de Asturias

El joven diseño asturiano, entre gasas y jazz
El I Certamen «Joven diseñador de Asturias» sorprendió por la creatividad y frescura de diez nuevos talentos.

Así es como reza el titular del diario “La Nueva España” al referirse al I Certamen de Jóvenes Diseñadores del Principado de Asturias.
El Comercio o La Voz de Asturias, también se hacen eco; El Certamen ha sido todo un éxito.
En la primera edición, diez jóvenes talentos de la moda asturiana envolvieron la fría noche del pasado jueves en música de jazz y arpa en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
Los creadores noveles, varios de ellos alumnos de la escuela de moda Epyco, sorprendieron gratamente al público que abarrotó una de las salas destinada para el evento.
El diseñador barcelonés Andrés Sardá, maestro de la moda española de baño y lencería, reconoció al final de la velada, que el nivel de los jóvenes asturianos era realmente excepcional.
Ángel Fernández Fuente, de 29 años, apenas podía disimular su alegría al ser proclamado ganador del concurso. Fernández, licenciado en Bellas Artes, en la especialidad de Diseño, por la Universidad Complutense, encontró inspiración en la época grecorromana.
Talento, frescura, creatividad e imaginación fueron algunos de los adjetivos que el jurado dedicó a unas colecciones, en algunos casos, realizadas con materiales de andar por casa como el plástico o las anillas de la cortina del baño. Por ejemplo, la titulada «Con la casa a cuestas», alegoría a la epopeya de los jóvenes que buscan piso, que lleva la firma de Nuria Martínez.
Berta Martínez Labra, de Cangas de Onís, quiso rendir homenaje a la alegre Cuba de Batista, inspirándose en los trajes que llevaban las mujeres de origen asturiano en aquella época. Viendo los vestidos de Berta Martínez, el público pudo viajar con la imaginación a la tardes del Yatch Club o a las salas de fiesta de La Habana. Gasas, satén, pedrería y simplicidad en el diseño definen el estilo de una creadora canguesa que no tuvo reparos en sacar al escenario un baby doll en azul noche -para muchos el «nuevo negro»- o unos pantalones en el mismo tono que podría haber llevado Katherine Hepburn en «Historias de Filadelfia».
Los buenos hábitos en la mesa quedaron patentes en la colección de la tinetense Ángela Méndez. Bajo el epígrafe de «Vida sana», alegró la pasarela con colores vivos y tonos frutales. Amarillos plátano, verdes manzana, rojo cereza y tejidos de piqué son las bases de su trabajo.
Con «Vos llevas las negras», Inés García elaboró una colección inspirada en el ajedrez, en tejidos en sarga y panamá, con el blanco y el negro como denominador común. El punto de partida de la diseñadora fue el trabajo con volúmenes y formas vanguardistas, pensadas para salir a la calle.
El hip hop, la moda urbana y callejera por excelencia, Andy convirtió la pasarela en una calle del Bronx. Naranja, azul, blanco y negro llenaron de ritmo la exhibición. Para las tallas que superan los cánones establecidos, Rebeca Calvo ideó la colección «Desmedidas», con tejidos voluminosos y formas redondas que luchan por escapar de corsés, cadenas y cintas métricas. En «Magia», Tania Rodríguez busca un toque especial en la vida cotidiana, con leggings y camisetas pintadas en rosas, violetas, blancos, azules, verdes y morados. Irene Arboleya, en «Dos mundos», ofreció unos modelos inspirados en el prisionero del campo de concentración y su carcelero. La venezolana Yasna transportó a Oviedo el colorido del Caribe, con sedas, tul y punto complementados con fantásticos sombreros y tocados.
En aquella ocasión el jurado estaba formado por el diseñador catalán Andrés Sardá (como presidente del mismo) la presidenta de ANDE y organizadora de los Premios Nacionales Laura Victoria Valencia, la subdirectora del Museo del Traje de Madrid Carmen Pérez de Andrés, la modelo y madrina del evento Sandra Ibarra, bellísima y mejor persona; la decoradora Henar Ortiz, los diseñadores Josechu Santana y Covadonga Plaza, el artista Manolo Linares, la editora Marta Magadán, la periodista María José Iglesias y la empresaria de la firma Romanelli, Mariel Alvarez.
Tras las luces, los nervios y los aplausos, bajarse de los tacones y tomar un vino con todo el equipo implicado. Todos: diseñadores, jurados e invitados, encantados y con ganas de más. Entre ellos la delegada del Principado en Madrid: Pilar Rodríguez, la candidata a la alcaldía Paloma Sáinz, muy favorecida en tonos rojos, la secretaria del IDEPA Margarita Collado y su amiga, la catedrática de universidad Alicia de León, por ejemplo.
Una cosa quedo clara… Los jóvenes diseñadores vivieron su sueño.

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